- Yo mismo
- Clientes conflictivos
- Jefes y Autoridades conflictivas
- Equipo y reportes directos
- Familia y amigos
- Ladrón #1 – Yo mismo: Si eres una persona indisciplinada, que se distrae fácilmente, que le gusta navegar por las redes sociales para ver qué se encuentra, que “pajarea” en cosas triviales, etc. tú eres el primer ladrón al que hay que meter en cintura, puesto que ser así muy probablemente te lleve a tener un desastre de vida. No tienes tiempo para cosas personales, no comes bien, no duermes bien, todo urge, sientes que el día no te alcanza, te tardas horas en hacer las cosas y la lista continúa.
- Ladrón #2 – Clientes conflictivos: Aquí a lo mejor entramos en diferencias de opinión, pero si tus clientes te obligan a ir a verlos cuando ellos dicen, quieren que les entregues las cosas a la hora a la que a ellos se les antoja y vives a expensas de lo que ellos manden con el pretexto de que “el cliente siempre tiene la razón”, te propongo hacer un alto en el camino para reflexionar si ese es el cliente ideal para tu negocio. Si tu propuesta de valor no es clara, o si tus esfuerzos de marketing lo único que logran es atraer a gente conflictiva, bien vale la pena definir de nuevo todo eso para encontrar a personas que puedan valorar lo que ofreces y que por lo tanto estén dispuestas a entender políticas y procedimientos razonables que permitan tener una relación profesional sana y rentable. El cliente es lo más valioso de un negocio, pero eso no significa que no existan formas de “educarlos” respetuosamente.
- Ladrón #3 – Jefes y autoridades conflictivas: Tener un Jefe desordenado puede hacer tu vida muy miserable. Te hablan todo el día, juntas a cada rato, “bomberazos”, cambios de señal de un día para otro… ufff que problema. Al igual que el mito de que el cliente siempre tiene la razón y que no hay de otra, el que sea “el Jefe” no implica que no puedas hacer nada. En este caso la recomendación es entender claramente las directrices de la empresa, tus objetivos y las expectativas. Anticipa tu comunicación con él / ella, ten una visión más amplia y se mucho más proactivo para evitar que ellos manden sobre tu agenda.
- Ladrón #4 – Equipo y reportes directos: Se supone que eres el supervisor, no su mamá o su papá. Educa a tu equipo sobre las directrices, objetivos, expectativas y otorga autoridad y lineamientos de acuerdo a su nivel de responsabilidades. Eso los hará crecer, serán más felices y sobre todo no te estarán quitando el tiempo con temas menores.
- Ladrón #5 – Familia y amigos: Otro tema polémico quizás. Hazles saber a todos tus seres queridos que de verdad los quieres mucho, pero que te dejen trabajar. Si tienes una agenda semanal efectiva (duermes 8 horas, trabajas 10 horas y disfrutas 6 horas libres cada día) no debe haber problemas para que tengan lo mejor de ti en el espacio que tienes asignado para ellos. Por supuesto que hay que estar disponible en casos de emergencia puesto que la familia es el motor de todo para muchos, pero ellos entenderán que hay ciertos espacio del día en que la prioridad es ser altamente productivos.
Rodrigo Calderón
Executive Coach
ebena, Soporte Empresarial, S.C.
ebena.mx
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