Seguridad – El reto de convertirla en cultura organizacional

Durante los últimos años se tienen registrados cerca de 400,000 accidentes de trabajo y aun así seguimos siendo un país  muy poco sensible ante el concepto de la seguridad.

A pesar de que a lo largo de los últimos 5 años se tienen registrados entre 45,000 y 50,000 accidentes de trabajo en empresas del Estado de México y cerca de 400,000 a nivel Nacional (STPS – Ver información completa aquí), seguimos siendo una población muy poco sensible ante el concepto de la seguridad. Las personas y las empresas más avanzadas en el tema de la cultura de la prevención generalmente son tachadas de exageradas, de burocráticas y de ser responsables de hacer que las cosas sean demasiado complicadas. Como siempre todos los extremos son malos y en efecto sí existen algunas empresas que en el afán de cumplir con protocolos internos de seguridad, viven dentro de un sistema que en lugar de promover un entorno positivo que busque el bienestar y la auto consciencia, termina siendo una vigilancia incómoda que puede generar un efecto inverso. Recordemos que la seguridad y la prevención deben estar concebidos desde el sentido común. No se necesitan documentos complejos, ni medidas disciplinarias exageradas, lo que se requiere es que la gente esté permanentemente alerta de los peligros y de los riesgos que están asociados con las actividades que realizan todo el día, no importando si eso sucede en casa, en los trayectos o en los horarios de trabajo. La cultura de seguridad no es una en el trabajo y otra en tu vida normal, el punto es cuidarse todos los días, todo el tiempo. Las personas que ya traen eso desde casa son  pocas y es porque viven dentro de un entorno seguro lo cual desafortunadamente no es común en nuestro país. Factores como la ignorancia, la escasa preparación académica y los bajos recursos favorecen que las casas y las colonias estén llenas de improvisaciones que ponen en riesgo la vida permanentemente. Simplemente por probabilidad ya es “normal” recibir empleados con una escasa o nula consciencia de la seguridad. Nunca lo aprendieron o vivieron desde niños muy cerca de peligros como objetos punzo cortantes, agua hirviendo, químicos a su alcance, etc. ¿Con este panorama que pueden hacer las PyME’s de nuestro país?
  1. Liderazgo: La seguridad al igual que muchas otras cosas más se demuestran con el ejemplo. Si los dueños, los empresarios o los altos ejecutivos de la organización no demuestran que la seguridad es algo que les importa, es imposible pedirle al resto de la empresa que lo haga parte de su vida. “Yo me estaciono como quiero y donde quiero”, “yo no uso equipo de protección” o “yo camino por dónde sea” son sólo algunos de los típicos desplantes de ego y arrogancia que suelen verse en el mundo PyME.
  2. Recursos: Para vivir con seguridad hay que invertir en dispositivos como guardas, protecciones, señalamientos. Hay que comprar equipo de protección que esté de acuerdo a la norma y hay que cambiarlo con cierta regularidad. Se necesita educación y entrenamiento. Todo eso cuesta, pero la vida de las personas no tiene precio.
  3. Supervisión: En materia de seguridad no aplican  ni “los jefes”, ni “los regaños”. Todos deben cuidar a todos y tal cual lo deberíamos hacer en casa, cualquiera de nosotros está facultado para detectar un peligro, evaluar algún riesgo o detener una actividad que esté poniéndonos en una situación desfavorable. Las personas adquieren el hábito de cuidarse no a través de amenazas, regaños o sanciones. Se aprende tomando consciencia de lo que estamos haciendo, por eso es muy importante aprender a tener conversaciones que resalten los comportamientos positivos y detecten los comportamientos negativos que regularmente terminan en lesiones, accidentes o fatalidades.
Si tu función actual contempla el instalar “la cultura de seguridad” y no tienes este contexto a tu favor, sinceramente evalúa si es posible que puedas lograr el cambio. Es un hecho que sin el compromiso de las autoridades de la empresa y sin los recursos necesarios para el proyecto, tienes enfrente un panorama lleno de frustración y de posibles consecuencias graves para todas las personas que ahí trabajen.
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Prevención de accidentes – Ruido

Si en el lugar en el que te encuentres tienes que levantar la voz para que te escuchen, casi es seguro que en ese momento tu oído esté siendo expuesto a lesiones potenciales por ruido. En nuestros días la mayoría de las personas vive en las ciudades y estamos inmersos en un mundo donde los sonidos de la naturaleza prácticamente han sido sustituidos en su totalidad por los acordes de las máquinas, el tráfico, los anuncios de la radio, los tumultos en las calles, el auto y todo el frenesí de una gran urbe… Nos guste o no, ese es el medio ambiente en el que nos desarrollamos y todos nuestros sentidos están expuestos a esa atmósfera, incluyendo por supuesto a nuestro oído. En este caso, es exactamente el ruido el principal enemigo a vencer, ya que es un sigiloso atacante que puede estar durante años dañando nuestra capacidad auditiva como consecuencia de estar expuesto a condiciones extremas en casa, en la calle o en nuestro lugar de trabajo. Lo peor del caso es que en distintas ocasiones el daño auditivo es provocado por ignorancia o por negligencia tanto de nosotros mismos como de algunos Supervisores o Directivos.Una forma práctica de abordar el tema del ruido es haciéndonos las siguientes preguntas:
  1. ¿Has recibido alguna recomendación para adquirir máquinas o equipos más silenciosos?
  2. ¿Los procesos en tu trabajo están diseñados evitar que las personas estén expuestas al ruido lo menos posible?
  3. ¿La protección auditiva está considerada en cada una de las posiciones y áreas de trabajo?
  4. ¿Se cuenta con algún programa permanente de reducción de niveles de ruido?
  5. ¿Se cuenta con un mapa de ruido a lo largo de las instalaciones que nos permita saber donde existe el mayor riesgo?
  6. ¿Los empleados están entrenados para no permanecer más de lo necesario en zonas de alto riesgo?
  7. ¿Se realizan evaluaciones y mediciones de niveles de ruido al menos una vez por año?
  8. ¿Las mediciones registradas se encuentran documentadas, archivadas y disponibles?
  9. ¿Las zonas con más de 90 dB están señaladas con letreros específicos que indiquen “Zona de riesgo: Protección auditiva OBLIGATORIA?
  10. ¿Las alarmas e indicadores auditivos de seguridad son lo suficientemente fuertes como para ser escuchados aun en zonas de riesgo?
  11. ¿Cuando se detectan peligros por ruido, la prioridad es tomar acción de inmediato?
  12. ¿Se proporciona protección preventiva en forma instantánea?
  13.  ¿Cuando se toman las medidas, se logra reducir los niveles a 85 dB o menos?
  14.  ¿Cuando es factible, las áreas de ruido se aíslan en zonas separadas o se protegen?
  15. ¿Visitantes, proveedores y todo el personal tiene acceso a protección auditiva sin costo alguno cuando entran a zonas de riesgo dentro de tus instalaciones?
  16.  ¿Se cuenta con un programa de entrenamiento (anual cuando menos) sobre medidas de prevención y protección auditiva?
  17.  ¿En áreas de riesgo los empleados cuentan con la protección específica de acuerdo a la frecuencia a la que están expuestos?
  18.  ¿Eres de los que trabaja escuchando música 8 ó 10 horas diarias con los audífonos de tu celular, tablet o reproductor de MP3 todo el tiempo?
  19. ¿En tu auto te gusta ir con el radio o la música a todo volumen, que incluso hasta los autos de al lado la pueden escuchar?
  20. ¿Frecuentas bares, antros y lugares donde el volumen de la música no te deja ni hablar?
  21. ¿Cuando sales de esos lugares “te zumban los oídos”?
Cuídate y recuerda que “uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido” … Rodrigo Calderón
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Las 10 faltas más graves en seguridad industrial

Incurrir en cualquiera de estos 10 puntos de seguridad industrial puede tener consecuencias graves e incluso fatales dentro de tus instalaciones. A pesar de toda la información disponible en la literatura y ahora cada vez más en medios electrónicos como blogs y posts en redes sociales, hablando de seguridad industrial todavía son muchas las organizaciones que se encuentran sumergidas en el proceso de dominar los mecanismos de control interno antes de poder decir que ya tienen realmente a una cultura instalada. Como ya lo hemos mencionado con anterioridad, el factor humano es un ingrediente clave que afecta directamente el ambiente de seguridad presente en las instalaciones. Pensando que prácticamente no existe nadie que diga que le da igual no regresar completo, o de plano no regresar a su casa después de su jornada laboral; cuesta trabajo entender porqué seguimos cometiendo omisiones, errores o ignorando protocolos internos como son estos 10 puntos:
  1. Andamios: Estas estructuras están pensadas para poder realizar trabajos de una altura de 3 metros hacia arriba. Las principales fallas que provocan caídas graves o fatales están relacionadas con la falta de arneses, barandales y puntos de anclaje, o bien porque los andamios no están construidos con el material adecuado, porque no se fijan correctamente y porque el acceso no es sencillo.
  2. Productos químicos peligrosos: Impresionante ver como materiales de alto riesgo son manejados como si fueran “jarrones de agua fresca”. No hay identificación de envases, no hay sesiones de entrenamiento, no se tiene acceso a hojas de seguridad y el control de inventarios es deficiente. La ignorancia es el enemigo a vencer.
  3. Trabajos en altura: Ya hablamos de los andamios, pero toda actividad arriba de 1.20 m es un trabajo en altura. El exceso de confianza y la falta de sencillos recursos como barandales, escaleras o controles de acceso a la azotea o al techo son fallas comunes. Por lo general todo mundo entiende el peligro que representa subir a la azotea, pero actividades tan simples como limpieza de anaqueles pasan desapercibidas.
  4. Protección respiratoria: Al igual que los productos químicos peligrosos el ignorar el tipo de materiales que se manejan en las instalaciones (incluyendo conocer el tamaño de partícula) genera que no se hagan los estudios médicos adecuados, que no exista entrenamiento y que no se proporcionen las máscaras o los filtros requeridos para todas y cada una de las posiciones. Importante resaltar que no basta con comprar y dar el equipo, es fundamental supervisar permanentemente que cada persona  lo use bien.
  5. LOTO: Siglas derivadas de Lock Out & Tag Out que significan “Bloqueo e Identificación“. Este es un protocolo muy importante y quizás uno de los menos conocidos. Muchas organizaciones no lo tienen instalado y consiste en desarrollar mecanismos de aislamiento de la energía que alimenta a los equipos a través de bloqueos físicos como llaves y/o candados que impidan su operación mientras están en mantenimiento. Una identificación que indique nombre, fecha y hora en la que se hizo el bloqueo es lo que complementa este programa.
  6. Cableado: En México somos especialistas en improvisar conexiones y sobrecargar las líneas. Frecuentemente fallamos en el tendido de los cables, en colocar bien las cajas de registro y ya no hablemos de las extensiones “danzando” por el piso sin control alguno en casas y oficinas.
  7. Montacargas y Transporte industrial: Es común encontrar operadores conduciendo equipos para los cuales no recibieron el entrenamiento formal adecuado. Muchos aprenden sobre la marcha. Si esto lo combinamos con factores como falta de supervisión, entrenamiento limitado y escaso mantenimiento, estos equipos se pueden tornan muy peligrosos.
  8. Escaleras: Caerse de las escaleras es algo muy grave y por lo general está relacionado con la falta de conocimiento sobre el ángulo que debe de haber entre la pared, la escalera y el piso. Otras fallas comunes es usarlas para lo que no están diseñadas, usar la última barra como escalón o no desecharlas cuando ya no cumplen para dar un servicio seguro. Hablando de escaleras fijas, la gran mayoría de las personas sube o baja corriendo sin respetar la regla de tener 3 puntos de apoyo, es decir 2 pies y una mano en el barandal, o dos manos en el barandal y un pie, etc.
  9. Guardas: Observa cadenas, transportadores, bandas y todos los equipos que tengan piezas en movimiento. Si no tienen las guardas bien puestas el riesgo de perder dedos, manos y brazos es muy alto. Aspas, cuchillas y piezas cortantes deben estar protegidas con una guarda siempre que estén en operación. Para reparaciones y servicios de mantenimiento nos apoyamos en LOTO para un trabajo seguro.
  10. Electricidad: Francamente es raro encontrar instalaciones que tengan actualizados los planos eléctricos. En consecuencia, las cargas no siempre están balanceadas, no hay protecciones para los equipos y puede haber fugas de energía, cables sobre calentados y obsolescencia.
Para dar los primeros pasos hacia una verdadera cultura de seguridad industrial, es indispensable tomar control de estos 10 puntos. Se requiere desarrollar los programas, entrenar a la gente, instalarlos y supervisarlos constantemente. Una vez que la gente los hace suyos, estarás muy cerca de un ambiente seguro… Rodrigo Calderón
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Seguridad basada en el comportamiento

Seguridad basada en el comportamiento

El comportamiento de las personas es el factor fundamental para lograr el éxito de cualquier programa de seguridad dentro de las instalaciones y áreas de trabajo. Uno de los grandes retos que viven todos los responsables de plantas, oficinas, almacenes, oficinas y áreas de trabajo en general es lograr la instalación de programas que permitan garantizar la seguridad. Incluso muchas organizaciones han sido capaces de desarrollar políticas, procedimientos y programas muy avanzados, pero aun suceden incidentes que  reflejan nuestra vulnerabilidad. Y es que aunque los programas en el papel se muestran muy robustos, todos ellos tienen presente un componente humano que puede ser la rendija que provoca el incidente. Bajo la premisa de que todos los incidentes (o accidentes como aun se les llama) pueden ser prevenidos, es fundamental entender que mientras siga habiendo personas involucradas, hay todo un universo de personalidades y comportamientos que pueden inclinar la balanza hacia un ambiente seguro, o bien todo lo contrario… pueden generar las condiciones más peligrosas. Cuando se habla de toda esta gran suma de personalidades y comportamientos no estamos hablando únicamente de los ayudantes generales, operadores y personal directamente involucrado en las tareas, hablamos también de la consciencia o de la negligencia de los ejecutivos, directores o gerentes que ven a la seguridad como un tema de poca relevancia y por lo tanto no les importan las condiciones en las que la gente trabaja día a día para ganarse la vida. Cada uno de nosotros en nuestro hogar, en nuestro lugar de trabajo y en la vida misma reflejamos qué tanto nos importa la seguridad a través de lo que decimos, lo que hacemos y lo que no hacemos, es decir la seguridad está íntimamente relacionada con nuestra forma de ser. Envasar en casa un líquido limpiador en una botella vacía de refresco, sin quitarle la etiqueta es algo muy común y es reflejo de una cultura de “ahorro mal entendido” e incluso de flojera. Nosotros decidimos no comprar un repuesto del líquido para la botella original, o preferimos no ir a comprar una botella nueva con tal de no gastar. Si un niño le da un trago creyendo que es refresco (porque conoce la etiqueta), ¿que salió más caro, la consulta del doctor o haber comprado una botella nueva? Cuando vamos manejando y suena el celular, podríamos decidir usar un manos libres u orillarnos para tomar la llamada, pero preferimos hablar manejando aunque sabemos lo que puede pasar. Esas buenas o malas decisiones que tomamos son la frontera entre que no pase nada y que pueda suceder algo grave, todo originado por nuestro propio comportamiento. Por eso instalar un programa de seguridad basada en el comportamiento puede ser de gran ayuda para lograr lo siguiente:
  • Reducir lesiones mediante la revisión y análisis de tareas y actividades.
  • Disminución de costos relacionados con IMSS (primas de riesgo, incapacidades, ausencias)
  • Mejora en la comunicación entre el grupo.
  • Incremento en la consciencia sobre seguridad.
  • Fortalece la observación y la prevención.
  • Incentiva el liderazgo enfocado en la seguridad.
  • Mantiene alerta al equipo sobre actos y condiciones inseguras.
  • Promueve una cultura de seguridad.
  • Permite involucrar a todas las personas de la empresa, no sólo al área de Operaciones.
  • Refleja el compromiso de la Dirección.
¿Cómo podemos ponerlo en marcha?
  • Comprometiendo a la Dirección y a todo el equipo de liderazgo de la organización, para contar con su respaldo. Deben estar dispuestos a destinar los recursos necesarios para poder  operar el programa.
  • Entrenando y educando a todo un equipo multidisciplinario que se encargue de realizar los recorridos y documentar las observaciones.
  • Fomentado un sistema de retroalimentación positiva, no punitivo y que evite culpar / señalar.
  • Rebasando las fronteras de las líneas de mando o del organigrama. Todos somos responsables de la seguridad dentro y fuera del trabajo.
  • Impulsando la observación constante.
¿Cuáles son los principales retos?
  • Vencer la inercia de falta de interés entorno a la seguridad por parte de la gente.
  • Mantenerse abiertos para “observar” con todos los sentidos las actividades en las instalaciones.
  • Desarrollar un método sincero que permita realizar las entrevistas y las investigaciones con tacto y profesionalismo.
  • Evitar perder el ánimo. Se requiere operar el sistema al 100% por al menos 3 meses para lograr sembrar la semilla para el mañana. Después habrá que analizar los resultados y trabajar por 3 meses más para empezar a ver cambios.
  • Definir objetivos y realizar reuniones semana a semana para registrar los avances.
Al arranque del programa de seguridad basada en el comportamiento, es muy natural que las personas de las áreas operativas sean las primeras en creer y hacer suya la iniciativa. Esto se entiende puesto que con frecuencia estas posiciones son las que están mayormente expuestas a riesgos y peligros en sus actividades y centros de trabajo. Lo más difícil sin duda es involucrar a las personas que están en las áreas administrativas como: Ventas, Finanzas, Contabilidad. No porque enfrenten peligros menores, simplemente porque por o general no tienen muchos entrenamientos en seguridad, y por lo tanto sus sentidos y su comportamiento tiende a estar alejado. Incluso no te extrañe que muchos piensen que todo esto es una exageración. Siendo la seguridad un hábito y no un tema de prioridades que dicta el negocio, el mercado o el estado de resultados de la organización, los mejores candidatos para apoyar el programa saldrán de forma natural o se incorporarán conforme vayan entendiendo el proceso. ¡Mucho éxito con tu programa y que tengas un día seguro! Rodrigo Calderón
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Seguridad e Higiene Industrial – Protege tus instalaciones, tu patrimonio y a tu gente

Todas las organizaciones, no importando ni cuánto facturen, ni cuántos empleados tengan, deben reflexionar sobre las medidas de seguridad e higiene industrial que tienen establecidas para proteger tanto su patrimonio, su infraestructura, así como la vida de sus empleados y de ellos mismos durante la jornada laboral. Desafortunadamente vivimos en un mundo en el que gracias a la comunicación global cada vez nos enteramos más fácilmente sobre asaltos, robos o sobre personas que simplemente entraron a una escuela y sacaron un arma para matar a niños indefensos. Es una locura, pero sucede y no está limitado a la situación económica que viva un país determinado, aunque si las condiciones de pobreza y desempleo son mayores, las probabilidades de enfrentar sabotajes, vandalismo o violencia se incrementan. Un recomendación importante es desarrollar un “Procedimiento de Seguridad” que incluya: 1. Identificar peligros: Evaluar las condiciones en las que se opera todos los días para detectar el peligro latente y ponderar los riesgos (severidad, probabilidad y frecuencia), para posteriormente generar un plan de acción preventivo. 2. Inspección de perímetros: Dependiendo de los peligros encontrados, al menos una vez al año o idealmente cada seis meses, se debe hacer una inspección de los perímetros de seguridad:
  • Perímetro exterior: Revisa si las rejas, bardas, alambrado, chapas, candados o lámparas de la calle se encuentran en buen estado y funcionando correctamente. Este perímetro debe ser robusto, ya que es el que te protege del medio ambiente en general. Considera contratar el servicio de guardias para vigilar las 24 horas del día o de circuitos cerrados de televisión (CCTV) que ahora puedes estar revisando en línea desde tu computadora, tu teléfono o tu tablet.
  • Perímetro intermedio: Instala una “Política de Acceso a las Instalaciones” que regule la entrada del personal interno y externo de la empresa, incluyendo vehículos, contratistas, servicios de mensajería, proveedores, etc. Es muy importante que las puertas se abran sí y sólo si la empresa lo requiere, por lo tanto es importante entrenar bien a los guardias y a todo el personal para evitar sorpresas. Esta política debe incluir el control de acceso de computadoras o dispositivos móviles con capacidad de tomar foto y video, todo esto con la intención de protegerte contra espionaje industrial o ataques en contra de tu propiedad intelectual.
  • Perímetro interior: Limita el tránsito de todas las personas. Sólo personal autorizado debe tener acceso a ciertas áreas de las oficinas, planta, patios o corredores. Designar áreas para recibir transportistas o contratistas, mantener salas de juntas únicamente para recibir proveedores, identificar baños exclusivos para visitantes, son sólo algunos ejemplos.
3. Protección y resguardo de datos: Desarrolla una política que sea conocida y aplicada por parte del personal. Cuida que no se queden a la mano cheques, facturas, cotizaciones, contratos o información que pueda ser robada y entregada a tu competencia. Revisa periódicamente las oficinas antes o después de la jornada laboral para ver si todo mundo dejó cerrados los cajones, los archiveros y las gavetas con información confidencial o si no hay contraseñas a la vista. 4. Reclutamiento y selección: Fíjate bien a quien contratas como empleado directo. El proceso debe considerar entrevistas e investigación sobre trabajos anteriores. Realiza pruebas psicométricas que te permitan indagar más sobre sus hábitos y comportamientos tanto naturales, como bajo presión. De ser posible investiga sobre sus antecedentes penales o de crédito, aunque este es un tema delicado y pudiera sonar ofensivo para los interesados. 5. Servicios externos: Contrata los servicios de empresas reconocidas con prestigio en el mercado. Pide referencias e incluso llama a las empresas que ya trabajan con ellos para obtener más información. Muy importante poner atención sobre estos servicios si el personal entra a tus instalaciones fuera de los horarios regulares de oficina, como podría ser el caso de servicios de limpieza o de mantenimiento. 6. Clima laboral: Un empleado enojado producto de vivir en tu empresa bajo presión excesiva, maltrato, abuso de autoridad o incluso acoso sexual, puede desencadenar sucesos de ataque contra los mismos empleados o contra toda la empresa. Entrena constantemente a tu equipo de liderazgo para desarrollar “Planes de Compromiso” que ayuden a tener empleados felices, productivos y enfocados en el negocio.     Las medidas de seguridad e higiene industrial por lo general no son una prioridad para la gran mayoría de las personas. Sólo hasta que ocurre un incidente se les abren los ojos para darse cuenta que eso se pudo prevenir, pero quizás hoy ya es / era demasiado tarde…   photo credit: reiven via photopin cc

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¿Qué tanto importa la seguridad e higiene en tu empresa?

La cultura de seguridad e higiene no se hace con presupuestos. El espíritu, la forma en que te conduces y el compromiso que demuestres es lo que te lleva hacia adelante. Durante los últimos meses organizaciones y el gobierno de la República se han encargado de desarrollar campañas de publicidad enfocadas a la promoción y difusión de productos y servicios dirigidos a la pequeña y mediana empresa. Es una realidad que muchos ven en este segmento de mercado un sector con gran potencial para hacer crecer su negocio, pero también sabemos que es precisamente aquí donde se carecen de las mejores prácticas que organizaciones de clase mundial tienen en marcha desde hace varios años. Por supuesto que no se puede generalizar, en México existen empresarios verdaderamente comprometidos con seguir la línea de lo que es hacer bien las cosas. Pago puntual de impuestos, trato respetuoso al personal a su cargo, honrar compromisos comerciales, así como el cumplimiento de los requisitos de seguridad e higiene, que ahora en términos más modernos conocemos como seguridad integral por su impacto en la parte ambiental, salud y social, especialmente cuando se tiene un negocio que se mueve en la Industria Química o en la Industria de Alimentos. La otra cara de la moneda es la que espanta, todavía hay un número importante de negocios, oficinas e instalaciones donde lo único que importa es ahorrar, evadir y darle la vuelta a todo lo que sea necesario con tal de ganar más dinero. Aquí es donde como país nos situamos a años luz de algunos otros lugares del planeta. Hablando concretamente de seguridad e higiene este abismo pone en riesgo la salud o la vida de muchas personas todos los días. Empresarios que fabrican productos alimenticios a “cielo abierto” sin las más mínimas condiciones de higiene, o Directivos que ansiosos de incrementar los rendimientos o la productividad emplean personas sin otorgar ni capacitación, ni el equipo de protección personal más básico. Es muy lamentable ver cómo mucha de la iniciativa de los Supervisores o Jefes de Área, se elimina completamente, debido a que “sus Jefes” simplemente no les importa ni la calidad, ni la seguridad e higiene. De hecho algunos tienden a ser muy cínicos en reuniones importantes al decir: “Nosotros nos preocupamos mucho por el cliente”, o que tal la frase de “Estamos comprometidos con el medio ambiente” cuando ni siquiera existen objetivos puntuales al respecto. Están también los que no son capaces de autorizar escobas grado sanitario para barrer porque están muy caras, o que en su vida se han preocupado por las emisiones a la atmósfera o las descargas de aguas residuales. Ya no hablemos de hacer recorridos por sus instalaciones para detectar la cantidad de improvisaciones que provocan con eso de que “no hay dinero”. Eso si, se justifican diciendo que no tienen tiempo y que tienen mucho trabajo. Yo me pregunto: ¿habrá algo más importante por atender, que proteger la vida de tus empleados? ¿Podrás irte tranquilo a dormir sabiendo que lo que tú vendes probablemente causará enfermedades a las personas que consuman tu producto debido a que compraste materia prima, que ya estaba vencida? La seguridad e higiene es un asunto de principios, de ética y de compromiso. Sí, es cierto, la vida de los negocios no es un paraíso, a veces no hay dinero, el diseño de las instalaciones donde se opera está muy lejos del esquema ideal, en nuestro país la falta de educación es un factor negativo enorme para desarrollar una cultura de seguridad y hay una cantidad de engaños, atajos y caminos fáciles que tientan al empresario a irse por donde no. Por eso la invitación es que todos los días vivas con la filosofía y las ganas de hacer bien las cosas con los 2 ó 3 pesos que tengas. Que despiertes tu creatividad para encontrar alternativas, que abras bien los ojos y descubras los principales riesgos de tus instalaciones para todos lleguen completos y regresen completos a su casa. La cultura de seguridad no se hace con grandes presupuestos, ni lo logran sólo las empresas trasnacionales. Es tu espíritu, la forma en la que te conduces y el compromiso que demuestres lo que te llevará hacia adelante. Empieza por definir con tu equipo de liderazgo que la seguridad y la calidad no serán prioridades sino valores fundamentales en tu negocio, lo cual implica que si alguien no lo percibe así, no tiene nada que hacer en esta empresa. Define objetivos de seguridad y calidad para todos las posiciones no importando si están en el área comercial, o en el área administrativa. La seguridad y la calidad no son responsabilidad exclusiva de áreas operativas, es una forma de vida.  Finalmente revisa tu presupuesto para estos conceptos y si el dinero de verdad “no alcanza” no cometas el gran error de muchos que es ignorar el tema. Analiza los mayores riesgos, determina el monto que se necesitaría para poder salir de ese escenario y si no encuentras dinero, piensa en como evitar viajes inútiles, gastos excesivos, personas que están de más y genera ahorros en otras áreas que puedas canalizarse hacia estos conceptos tan importantes. Si haces este ejercicio como líder de tu negocio, darás el ejemplo de que a ti sí te importa la seguridad y sólo me bastaría decirte: ¡Mil gracias por ser diferente! y ojalá que nunca te rindas…  

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